Significado de la palabra zarandear

Los significados de las palabras han sido elaborados de acuerdo con los intereses lúdicos de nuestros crucigramas. No tienen un carácter académico estricto.

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¿Qué es zarandear?

zarandar. | Agarrar a alguien por los hombros o los brazos moviéndolo con violencia.

Tipo: Infinitivo

Etimología

Proviene del término vasco "zarandar", que a su vez proviene del latín "sarandare", que significa "raspar" o "limpiar con un azoteadora". En el siglo XIII, el término zarandear se introdujo en la lengua castellana a través de la influencia vasca y se refirió inicialmente a actos de raspar o limpiar, como el zarandear el lino o el lanilla para eliminar sus impurezas. En el siglo XVI, el término comenzó a evolucionar y adoptó significados nuevos. En la actualidad, se utiliza comúnmente para describir la acción de raspar o mover con un azotea (un instrumento con púas o nervios finos) una manchita o un hisopo de trapo, pelo, plumas, etc. En resumen, la etimología de la palabra zarandear se remonta al latín "sarandare", pasando por el vasco "zarandar", y tiene como significado original "raspar o limpiar con un azoteadora".

Libros donde se menciona la palabra zarandear

El prisionero de Zenda

Anthony Hope

«Nada de lo que he hecho». ( N. del T. ) << «Sospecha». ( N. del T. ) << jaez: clase, índole, ralea. ( N. del Ed. ) << ZARANDEAR

Narváez

Benito Pérez Galdós

ran creador de arte, y por no serlo, me pongo malísimo, y hasta parece que se me va el santo al Cielo». Echose a reír mi digna esposa, y sin dejar de zarandear en sus brazos al crío, me contestó: «¡Pero, bobito, si eso que me dices no es idea tuya!… ¡Si eso te lo dije yo anoche cuando te acostabas! Y te lo re

La Perla Roja

Emilio Salgari

rado a las algas que cubrían por completo aquella mole, descendió hasta el sitio donde se encontraba el malabar. Completamente inerte, Jody se dejaba zarandear por el robusto pescador de perlas. El pobre diablo, que no debía de ser un gran nadador, había tragado tanta agua, que perdió el sentido. —¡Bah! ¡No