Significado de la palabra voltear

Los significados de las palabras han sido elaborados de acuerdo con los intereses lúdicos de nuestros crucigramas. No tienen un carácter académico estricto.

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¿Qué es voltear?

Dar vueltas a alguien o algo. | Volver algo de una parte a otra hasta ponerlo al revés de como estaba colocado.

Tipo: Infinitivo

Etimología

Proviene del latín "volvere", que significa "dar vuelta". Este verbo se formó a partir de "volo", que significa "vuelo", y se utilizó en latín para describir el movimiento de dar vuelta o girar. En español, la palabra "voltear" se utilizó por primera vez en el siglo XIII y se refiere a dar una vuelta o girar algo, generalmente en un sentido figurado o metafórico. Por ejemplo, se puede decir "El coche hizo un voltaje en la curva" o "El político voltaó su posición política". En resumen, la etimología de la palabra "voltear" se remonta al latín "volvere", que significa "dar vuelta", y se ha utilizado en español desde el siglo XIII para describir el movimiento de dar vuelta o girar algo, generalmente en un sentido figurado o metafórico.

Libros donde se menciona la palabra voltear

La leyenda del Yurupary

Anónimo

ndo por qué, el varón le preguntó: »—Mamá, ¿por qué lloras? ¿Tienes sed? ¿Tienes hambre? »Dime qué debo hacer para que no llores. Si fuera necesario voltear esta montaña, con las raíces hacia el cielo, lo haría. »—No tengo hambre ni sed, solo estoy lamentando que mañana viviremos bajo las rigurosas costum

A la conquista de un imperio

Emilio Salgari

de su terrible compañero. Ante todo, arrojó sobre los kaltanos la fuente llena de curry; luego, cogiendo un escabel de bambú, lo levantó y lo hizo voltear amenazadoramente ante los rostros de sus adversarios. El gesto fulminante, la estatura del hombre y, más que nada, esa cierta fascinación que ejercen

Los dos tigres

Emilio Salgari

momento en que iban a lanzarse sobre las bayaderas, vieron que estas se agachaban dejando caer las fajas, mientras que unos diez o doce hombres hacían voltear en el aire los lazos y los pañuelos de seda negra, con la bala de plomo de los thugs en las puntas. Sandokán dio un grito de furor: —¡Los thugs