Significado de la palabra querer

Los significados de las palabras han sido elaborados de acuerdo con los intereses lúdicos de nuestros crucigramas. No tienen un carácter académico estricto.

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¿Qué es querer?

Desear o apetecer. | Amar, tener cariño, voluntad o inclinación a alguien o algo.

Tipo: Infinitivo

Etimología

Proviene del verbo "corere", que significa "estar ardiendo o rompiendo", y "cari", que significa "cariño o afecto". En la antigüedad clásica, se creía que el deseo sexual tenía un carácter "inflamable" o "ardiente". Por lo que, en latín, "querere" se utilizó para describir no solo el deseo sexual, sino también el amor, el apego y la atracción en general. La palabra "querer" se ha mantenido en el latín y ha sido adoptada en muchas lenguas romances, incluyendo el español, italiano, francés y portugués, entre otras. En español, "querer" sigue siendo un verbo que expresa el deseo, el deseo, el afecto y la atracción hacia alguien o algo. En resumen, la palabra "querer" proviene del latín "querere", que se basa en "corere" (ardiente) y "cari" (cariño o afecto), reflejando la idea de un deseo que puede ser ardiente e inflamado.

Libros donde se menciona la palabra querer

La nueva salida del valeroso caballero don Quijote de La Mancha

Antonio Ledesma Hernández

sí comparte con él su ideal de «cristianizar la existencia» y de escuchar a Cristo. Tras señalar las antinomias que observa en su pensamiento, afirma querer conducirlo a la creencia en «los tres grandes postulados del sentido íntimo: Dios, el alma y su inmortalidad». Santacruz debe aunar ciencia y fe, no

Resurrección

Tolstói

. Creía que Shembok había adivinado sus relaciones con Katiusha, y esto halagaba su amor propio. —Ya, ya, comprendo por qué de pronto has empezado a querer tanto a tus tías —le dijo Shembok, al ver a Katiusha— y que lleves viviendo aquí una semana. En tu lugar, yo tampoco me hubiera marchado. ¡Es una mara

Todos para uno…

Zane Grey

les descargó de modo súbito un golpe contra la pared. «¡Maldición!», se dijo en voz baja. «Me agrada ese muchacho, «Solitario»... Es guapo... Y voy a querer mucho a ese frío Laramie escalofriante... ¡Es una cosa terrible!» En aquel momento, Harriet se acordó de Ted y Florence. Y este pensamiento desvió al