Significado de la palabra ochocientos

Los significados de las palabras han sido elaborados de acuerdo con los intereses lúdicos de nuestros crucigramas. No tienen un carácter académico estricto.

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¿Qué es ochocientos?

Ocho veces cien. U. t. c. pron. —¿Cuántos ejemplares están disponibles? —Ochocientos. | octingentésimo ( que ocupa en una serie el lugar número ochocientos). Año ochocientos.

Tipo: Adjetivo

Etimología

Proviene del latín "octo centum", que significa "ocho cien". En latín, "octo" significa "ocho" y "centum" significa "cien". Así, "ochocientos" se traduce literalmente como "ocho cien". En el siglo XIII, el latín vulgarizado "ochocientos" se introdujo en España, llevado por los Reyes Católicos. En las lenguas romances, la palabra se ha conservado o adaptado de diferentes maneras, pero en general se refiere a la cantidad de 800. Por ejemplo, en español, "ochocientos" es una forma que se utiliza para nombrar la cantidad de 800. En otros idiomas, como el francés, ocorre la adaptación "huit-cents", y en italiano, "ottocento".

Libros donde se menciona la palabra ochocientos

La riqueza de las naciones

Adam Smith

un sólo día, con lo que puede decirse que cada persona, como responsable de la décima parte de los cuarenta y ocho mil alfileres, fabricaba cuatro mil ochocientos alfileres diarios. Ahora bien, si todos hubieran trabajado independientemente y por separado, y si ninguno estuviese entrenado para este trabajo concr

El hombre de la máscara de hierro

Alejandro Dumas

dalgos; pero ¡contra el diablo!, ¡digo! Mi compañero y yo nos consultamos; pero, como si lo hubiéramos hecho, nos echamos de cabeza al agua, a siete u ochocientos pies de la costa. —¿Y entonces? —Entonces, señor, como soplaba el viento fresco del suroeste, la barca siguió avanzando y fue a parar a la playa de

¡Viva la República!

Vicente Blasco Ibáñez

idad de artista y de hombre de acción, y su vida puede considerarse un ejemplo del más firme individualismo del siglo XIX. No olvidemos que durante el Ochocientos el ser humano fue desarrollando un fuerte sentido del yo, del ego, inducido, entre otras cosas, por las largas miradas de los pintores a la naturaleza