Significado de la palabra hurtar

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¿Qué es hurtar?

Tomar o retener bienes ajenos contra la voluntad de su dueño, sin intimidación en las personas ni fuerza en las cosas. | Dicho de un vendedor: No dar el peso o medida cabal.

Tipo: Infinitivo

Etimología

Proviene del latín "hurstare", que significa " atrapar o capturar". En el siglo XIII, este verbo aparece en los registros lingüísticos como "hurtar", con el sentido de "ahogar, ahorrar o poseer", a menudo en contexto de "hurtar algo a alguien" - es decir, atraer o retener algo para sí mismo. Con el tiempo, el significado de "hurtar" evolucionó para incluir también el sentido de "robar", es decir, tomar o llevar algo a uno mismo, con intención ilícita o no permitida. Esto se debe a que, en el siglo XIV, el verbo "hurtar" comenzó a ser utilizado en conexión con actividades de pillaje o estafa, como hurtar joyas o bienes. En la actualidad, tanto "hurtar" como "hurto" (el objeto fácilmente roído) han perdido su significado original, y se refieren principalmente a acciones de robo o rapto.

Libros donde se menciona la palabra hurtar

La Araucana

Alonso de Ercilla y Zúñiga

de ella casi noticia, y por el mal aparejo y poco tiempo que para escribir hay con la ocupación de la guerra, que no da lugar a ello; así el que pude hurtar le gasté en este libro, el cual, porque fuese más cierto y verdadero, se hizo en la misma guerra y en los mismos pasos y sitios, escribiendo muchas ve

Historia general de las Indias

Francisco López de Gómara

hambre; la cual está en once grados y tiene coral blanco. Toparon luego tantas islas, que les dijeron el Archipiélago, y a las primeras, Ladrones, por hurtar los de allí como gitanos; y aun ellos decían venir de Egipto, según refería la esclava de Magallanes, que los entendía. Précianse de traer los cabello

Ómnibus Jeeves. Tomo I

P. G. Wodehouse

das con mermelada. —¡Cielos! ¿Y todo ello regado, sin duda, con una taza de vigorizante café? —Sí, señor. —¡Dios mío! ¿Y de veras cree que no puedo hurtar ni una sola salchicha? —Yo no lo aconsejaría, señor. Y aunque el detalle carezca de importancia, su señoría va a desayunarse con arenques. —¡Arenque