Significado de la palabra conciencia

Los significados de las palabras han sido elaborados de acuerdo con los intereses lúdicos de nuestros crucigramas. No tienen un carácter académico estricto.

Ver crucigramas


¿Qué es conciencia?

Sentido moral o ético propios de una persona.

Tipo: Sustantivo común

Etimología

Proviene del latín "conscientia", que a su vez deriva de "conscious", que significa "consciente" o "vigilante". Este término latino se formó a partir de "con-" (together, together with) y "scire" (to know), lo que significa "together with knowing". En español, la palabra "conciencia" se utilizó por primera vez en el siglo XIII, y se refiere a la facultad o poder interior que permite a una persona ser consciente de su entorno, de sus pensamientos y emociones, y de su propio ser. La conciencia es la capacidad de tener una percepción clara y consciente de uno mismo y del mundo que nos rodea. En la filosofía y la psicología, la conciencia se ha estudiado en profundidad, y existen diversas teorías sobre su naturaleza y función.

Libros donde se menciona la palabra conciencia

Cuentos

Arkady Averchenko

sobre el corazón, que no lo es! Tosió, se bebió otro vaso de agua y, llevándose la mano al lado izquierdo del pecho, prosiguió: Mi cliente posee una conciencia tan limpia como la nieve que blanquea las sublimes cimas de los Alpes. Es sencillamente, una víctima de la dificultad de la vida, de la miseria, del h

Barnaby Rudge

Charles Dickens

la puerta se abrió y apareció el señor Haredale. Dolly, que desde su infancia había considerado a este caballero como una especie de fantasma, y cuya conciencia se hallaba además agitada por el remordimiento, se quedó tan confundida al ver al tío de Emma, que no pudo saludarlo ni seguir adelante y, después de

Las afinidades electivas

Johann Wolfgang von Goethe

cuando hablamos de personas que van andando a ciegas por la vida, pero no ocurre cuando se trata de personas formadas por la experiencia y que tienen conciencia de sí mismas. —La conciencia, querido mío —replicó Carlota—, no es un arma suficiente y hasta puede volverse contra el que la empuña; y pienso que lo