Significado de la palabra baturro

Los significados de las palabras han sido elaborados de acuerdo con los intereses lúdicos de nuestros crucigramas. No tienen un carácter académico estricto.

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¿Qué es baturro?

Rústico aragonés. | Perteneciente o relativo a los baturros. Cuento baturro.

Tipo: Adjetivo

Etimología

Proviene dellessly ortográfica del zemano del idioma antillano, una lengua criolla que se habla en varias islas del Caribe, incluyendo Curazao, Aruba y Bonaire. En el zemano, la palabra "baturro" significa "sargazo" o "pez gato", que es un tipo de pez común en el Caribe. La palabra "baturro" puede haber sido adoptada por los esclavos africanos llevados a las islas caribeñas, quienes llevaron sus propios dialectos y vocablos con ellos. En este sentido, la palabra "baturro" podría haber sido un préstamo lingüístico del zemano al español antillano. Sin embargo, también se han propuesto otras teorías sobre la etimología de la palabra "baturro". Algunos han sugerido que la palabra podría haber sido tomada del idioma papiamento, el idioma oficial de Aruba, Curazao y Bonaire, en el que se encuentra la palabra "baturru", que se refiere a un pez llamado "sand-bat" o "bateig" en neerlandés. Aunque no hay una teoría definitiva sobre la etimología de la palabra "baturro", la mayoría de los expertos consideran que su origen se encuentra en el Caribe, probablemente en el zemano o el papiamento.

Libros donde se menciona la palabra baturro

Los Ayacuchos

Benito Pérez Galdós

En sus alocuciones disimula la escama diciendo que los sublevados iban contra la Voluntad Nacional, contra los sacros principios, etc… Me recuerda al baturro que habiendo recibido un par de coces en la obscuridad de una cuadra, gritó: Alumbra, Magalena, que la borrica me ha tirao una coz, y no sé si me ha

Zumalacárregui

Benito Pérez Galdós

gítimo. De uno en otro tema, Fago hizo recaer la conversación en algo que tenazmente a su pensamiento se aferraba, y dijo a los muchachos: «El acento baturro muy pronunciado declara que son ustedes de las Cinco Villas, quizás de Ejea de los Caballeros. —No, señor —replicó el manco, jovencillo muy despierto

Los argonautas

Vicente Blasco Ibáñez

tres pesetas por él…». Y vinimos regateando desde Cabo Verde al río de la Plata. El millonario sonreía al recordar su testarudez. —Él era de Aragón, baturro de verdad, ¡figúrense ustedes!, pero yo soy vasco. «Que te doy tres y cuartillo… Que te doy tres y un real… Tres y media…». Los amigos intervenían en